Todo comenzó hace muchos años cuando jugué por primera vez a la saga de videojuegos llamada Final Fantasy (aún era bastante pequeño). Tardaría algunos años en poder apreciarlo, pero, las bandas sonoras, los personajes, la trama y los lugares de aquella saga eran mágicos y me atraparían por completo.
Seguía jugando bastante a Final Fantasy. Tal vez por aquella época la idea de hacer algún proyecto relacionado ya se hubiese instalado en algún rincón de mi mente. Era algo increíble, cada día me sentía más atraído por aquel universo tan maravilloso, pero que a la vez me parecía tan real.
Un día (hace dos años), casi sin querer, me tropecé con un libro titulado Sefirot’s Game que al parecer había escrito un chico bastante joven llamado Juan Antonio Ferrando. Parecía que aquellos libros hablaban de algo relacionado con Final Fantasy, por lo que, no dudé en comprarlos.
Al poco tiempo me los trajeron a casa. Ese mismo día comencé a leer aquellos libros; eran increíbles, con mis personajes favoritos, además, la historia era apasionante, como es lógico me sedujo por completo.
Sin embargo, fue al terminar de leer la segunda parte cuando lo que había estado dentro de mi subconsciente se me reveló y se convirtió en una idea. ¿Si él lo ha hecho y es un chico joven por qué yo no voy a ser capaz?
Así fue como me plantee crear una novela para hablar de lo que más me gustaba.